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Aroma del vino — es un conjunto complejo de olores que emanan de la bebida, los cuales se revelan durante la degustación y son una parte importante para evaluar la calidad y el estilo del vino. Este término incluye una amplia gama de compuestos orgánicos capaces de transmitir diversos matices de carácter vegetal, frutal, floral, mineral y especiado.

Durante el proceso de maduración de la uva, fermentación y envejecimiento, el vino adquiere un cierto bouquet de aromas que pueden cambiar según la variedad de uva, las condiciones pedoclimáticas, los métodos de producción y el tiempo de crianza. El aroma del vino a menudo se subdivide en olores primarios, secundarios y terciarios. Los primarios están relacionados con la naturaleza de la uva y las cualidades de las esencias frutales y de bayas; los secundarios se forman durante la fermentación e incluyen notas frescas de levadura y pan; los aromas terciarios se desarrollan durante el envejecimiento, por ejemplo, en barricas de roble, adquiriendo matices más complejos como vainilla, madera, especias o cuero.

El aroma del vino puede incluir diversos componentes que permiten distinguir las características típicas de variedades y regiones productoras específicas. Entre ellos están los matices cítricos, de bayas, manzana, durazno, flores de acacia, lavanda, tierra, hongos, chocolate, nueces y muchas otras fuentes naturales. Estos olores se forman gracias a compuestos químicos como ésteres, aldehídos, taninos y fenoles, que conforman la estructura compleja del aroma.

El estudio y reconocimiento de los aromas del vino ayuda a comprender mejor su origen, la tecnología de su elaboración y sus características gustativas, haciendo que la degustación sea más consciente y enriquecedora. El aroma es una de las características más importantes que forman la identidad de la bebida, su atractivo y su capacidad para brindar un placer estético.

aroma del vino

Persona inspeccionando vino en una copa en una bodega oscura

Vino e inspección de barril en la bodega