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Bienvenido al mundo de proximidad al objeto — un estado que enriquece no solo la paleta visual, sino también la emocional de nuestra percepción. Aquí, cada momento se convierte en una oportunidad para ver el mundo desde una nueva perspectiva, sentir la transición de la abstracción a la concreción. Es una perspectiva única, donde las líneas entre el observador y el objeto se desdibujan, permitiéndonos sumergirnos más profundamente en la esencia de las cosas.

El estado de proximidad abre ante nosotros un caleidoscopio de emociones, donde cada detalle, cada textura y cada movimiento se convierten en acentos importantes en nuestra interacción con el mundo que nos rodea. Es una sensación, como una profunda inhalación, que te llena de la conciencia de la presencia, como una ola de calor que se rompe en la orilla, conduciendo a nuevas revelaciones y comprensiones.

En estos momentos surge la oportunidad de reflexionar sobre lo que significa estar más cerca de algo, estar más involucrado y comprender no solo lo visible, sino también lo invisible que se oculta bajo la superficie. Cada contacto es un encuentro, donde la gráfica de líneas y formas se transforma en una historia viva, reflejando experiencia, sentimientos y armonía.

La proximidad nos da el valor de contemplar el mundo a través del prisma de la cercanía, permitiendo entender que incluso en lo más ordinario se puede encontrar algo excepcional. Es una visión de la vida como un flujo dinámico, donde nos convertimos en testigos, y a veces en participantes, de la magia que ocurre a nuestro alrededor. ¿No es maravilloso? ¡Ábrete a todo lo que este estado puede ofrecerte y explora sus límites!

proximidad al objeto

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