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Sistemas hidráulicos son un conjunto de dispositivos y componentes diseñados para transmitir y controlar la energía mecánica mediante un líquido comprimible o incomprimible, siendo el aceite o el agua a presión los más comunes. La base de su funcionamiento radica en el uso de un fluido hidráulico que genera presión y movimiento, permitiendo realizar funciones de elevación, desplazamiento o compresión de diversos elementos y mecanismos.

En tales sistemas, generalmente hay elementos clave: una bomba hidráulica que convierte la energía mecánica en energía hidráulica; motores hidráulicos y cilindros hidráulicos que convierten la energía hidráulica de nuevo en energía mecánica; tuberías y mangueras para el transporte del líquido; así como válvulas y reguladores que gestionan la dirección, presión y fuerza del flujo. Los sistemas hidráulicos se aplican ampliamente en diversas áreas, desde equipos industriales y automóviles hasta aviación y maquinaria de construcción.

El entorno de los sistemas hidráulicos varía según su propósito y diseño: pueden ser un componente de una gran infraestructura industrial, maquinaria móvil o equipo compacto. Las características físicas de los sistemas incluyen la existencia de un circuito cerrado con líquido capaz de transmitir presión sin pérdidas significativas, así como resistencia a cargas mecánicas, vibraciones y cambios de temperatura. Aspectos importantes son el control de la velocidad del flujo, la precisión en el control de esfuerzos y la fiabilidad de las conexiones.

Las formas típicas de sistemas hidráulicos son diversas: desde esquemas simples de un solo sector con un número mínimo de componentes hasta complejos sistemas multicanal con control electrónico. Pueden incluir tanques para líquidos, filtros, válvulas de seguridad, manómetros y sistemas de refrigeración. Dependiendo de las condiciones de operación, los fluidos hidráulicos pueden tener diferentes propiedades para asegurar la eficacia y longevidad del sistema en un amplio rango de temperaturas y cargas de trabajo.

Los cambios estacionales del entorno, como la temperatura y la humedad, afectan las características y el mantenimiento de los sistemas hidráulicos, requiriendo la adaptación del líquido y los materiales utilizados. Elementos del paisaje o condiciones de producción pueden exigir protección adicional para los componentes del sistema contra contaminantes y corrosión, así como asegurar un acceso estable a recursos energéticos para un funcionamiento ininterrumpido.

sistemas hidráulicos

Vista detallada de un motor a reacción hidráulico con luz brillante
Motor a reacción moderno en un entorno de alta tecnología